Las arcillas son de origen mineral. Los diferentes colores de las arcillas dependen de sus componentes, brindando cada una propiedades particulares. 

LA  ARCILLA BLANCA cuenta con propiedades detox, antibacterianas y curativas. Se usa  para eliminar todo tipo de impurezas y potenciar la regeneración celular.

Es recomendable para pieles normales a secas, ya que hidrata en profundidad. Aporta un extra de luz y es la más suave para la piel además de absorber menos que la verde debido a su débil mineralización. Resulta especialmente útil para las pieles maduras y arrugadas por el silicio que contiene.

Útil para picaduras, erupciones. Es antiinflamatoria, astringente, desintoxicante  y aclara manchas. Efecto tensor y de luminosidad. En forma de cataplasma, descongestiona y alivia la sensación de picor, quemaduras o descamaciones de la piel. Es un excelente aliado contra la psoriasis y la dermatitis. 

MODO DE USO

La manera más usual de aplicar las arcillas son por medio de mascarillas o cataplasma. Se vierten unas cucharaditas de arcilla molida y un poco de agua en un recipiente de madera o cristal. Se mezcla hasta conseguir un compuesto cremoso. Después se extiende sobre la cara o zona deseada  y se deja reposar hasta que se haya secado. Se aconseja aclarar con agua tibia. Podes agregarle algún aceite esencial o aceites preparados de Quima, para potenciar sus propiedades.